Quisiera decir algunas cosas en relación con el convenio que hoy firmaremos el director general de PEMEX y yo, viejo amigo mío, por cierto, de luchas políticas muy fuertes y muy memorables.
Siempre he dicho que la deuda de Petróleos Mexicanos es enteramente una deuda del gobierno, con dispensa de las calificadoras, lo he dicho siempre, una cosa tan evidente, que no sé por qué las calificadoras no han terminado de entender nunca y, por lo visto, seguirán sin entender.
PEMEX le dio a México una riqueza enorme con la extracción de hidrocarburos que ya eran constitucionalmente propiedad de la nación antes de la expropiación de los bienes de las compañías extranjeras.
El gran cambio fue que al hacerse la expropiación se construyó la gran industria nacional de los hidrocarburos. Pero fue siempre un instrumento para hacer un gran fraude a la Constitución, es decir, la Constitución dice que no se pueden contratar empréstitos más que para obras que generen ingresos, así decía la Constitución. Pero los gobiernos no estaban de acuerdo con eso y PEMEX fue el instrumento para poder violar la Constitución, la carga fiscal de PEMEX era tan alta y obligada a recurrir al financiamiento cumplía con lo que dice la Constitución: obras que generen ingresos, lo que no podía hacer el gobierno para canalizar ese financiamiento que necesitaba hacía el gasto corriente. Entonces, la deuda tendía a incrementarse e incrementarse por la vía de las regulaciones de carácter fiscal.
Pero, el mal uso del producto generado con la extracción y comercialización de los hidrocarburos fue posible por el régimen político: el presidente decidía sin consulta, sin análisis colectivo, ni siquiera una prensa crítica había.
Fue posible también, porque la oposición oficial era una oposición demasiado leal y en estas materias más, porque en estas materias, es decir, PEMEX, una empresa pública nunca fue del agrado de la derecha opositora que nació, justamente, para protestar por la expropiación de los bienes de las compañías extranjeras. Y esta idea mexicana conservadora de luchar siempre del lado de las compañías extranjeras, por lo que veo yo y lo que hemos discutido, en materia de reformas al sistema eléctrico y otras más, sigue presente en esa corriente del pensamiento mexicano, que es muy importante porque es muy fuerte, y a pesar de toda la experiencia, no cambia. Qué difícil es cambiar la conciencia arraigada en partes de la sociedad, aun los hechos más duros no logran a veces cambiar eso.
Yo quise decir esto, en la torre de PEMEX, porque la defensa de la industria petrolera nacionalizada, como se decía antes, del Petróleos Mexicanos al servicio de la Patria, como aprendimos a leer por todas partes, en todo este país, los integrantes de mi generación siempre se nos quedó ese planteamiento, es una lucha vigente.
Todo lo que se ha hecho bajo la administración actual seguirá siendo motivo de discrepancia, nada es consolidable si no hay una defensa permanente, sistemática, militante, tratando de eludir las concesiones que atentan contra el proyecto que se trata de llevar a cabo. Así, el gobierno actual se planteó el rescate, y el rescate se inició, durará, esperamos que siga adelante, porque es la forma de poder reiterar que el proyecto original de algo al servicio de la Patria, es vigente. El mundo no ha cambiado en una dirección distinta para que no sea necesario utilizar los bienes comunes para beneficios comunes, ese es el planteamiento. Todos somos la Patria y a la nación le corresponde la riqueza de los hidrocarburos.
Quisiera decir, sobre nuestro convenio, que siento enorme satisfacción. Nuestro convenio tiende a continuar con una colaboración que es muy importante porque, en otro orden, pero junto con todo, PEMEX ha sido víctima de una cantidad de atracos impresionante y requiere todo el gobierno en su conjunto, todas las unidades gubernamentales, todas las dependencias de gobierno apoyen siempre en la vigilancia, en miles de formas que hay para apoyar que una empresa tan importante, trascendente, necesaria para nuestro país, propiedad de la nación, pues sea vigilada por todos y todos nos preocupemos.
Aquí se hicieron cosas, yo recuerdo, desde aquellos barcos, fueron 40 millones, 20 millones por cada barco, de sobreprecio, que fueron comprados con la aprobación del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos y el sobreprecio nunca se encontró. No se supo o, si se supo, no se quiso decir quiénes eran, el que era director de PEMEX, a la sazón senador, fue desaforado y llevado a la cárcel, pero el dinero no se vio nunca.
Creo que la primera vez que se logra una proeza de esta naturaleza es Agronitrogenados. Somos socios en el proceso de Agronitrogenados, todo el gobierno, desde luego, pero específicamente la dirección de PEMEX, la dirección jurídica de PEMEX y la UIF. También en otros atracos que ha habido. PEMEX fue parte de la estafa maestra, tuvo su propia estafa maestra y, bueno, lo de Odebrecht, los procesos están abiertos, las idas y venidas, todos los problemas que tenemos de discusiones, a veces, con el Ministerio Público, no siempre lo que quisiéramos desde el lado del gobierno, bueno, es una institución autónoma.
La verdad que, hace muchísima falta, la conciencia de la integración en una sola gran ruta de acción de las entidades públicas, en la defensa del patrimonio nacional, de los recursos de la nación, de los presupuestos, no solo federal, sino también de las entidades y los municipios, es decir, de la lucha contra la corrupción.
Nosotros no vinimos de fenómenos de corrupción como hay en otros países. Ese problema nosotros no lo hemos tenido nunca, porque en México se construyó el Estado corrupto, que es otra cosa, no es lo mismo. Es la conversión de la corrupción en parte del sistema de gobierno y así funcionó, y le dio al Estado ese carácter, por ser parte de la gobernanza.
El Estado corrupto requiere ensancharse todo el tiempo, incorporar más y más gente, más y más empresas, más y más instrumentos del mismo Estado, como la judicatura, como la procuración de justicia, todo fue incorporado. Para superar ese fenómeno no se necesita agarrar a una mafia que gobernó durante un periodo, llegó al gobierno y se robó todo lo que pudo y salió corriendo. Aquí no fue así, no ha sido así, aquí era la reproducción del mismo sistema cada vez que había cambio de gobierno. Este es el primer gobierno, en la historia contemporánea de México que llega a luchar contra la corrupción, es el primero.
En el 2021, en las elecciones federales, por primera vez el gobierno federal no compró votos, por primera vez, se dice fácil. Qué difícil fue llegar ahí y lo vemos tan sencillo. Fue muy sencillo que en el gobierno federal no hubiera dinero para la compra de votos. Luchamos decenas de años, desde que empezamos en la lucha política, luchando contra la compra de votos como fenómeno que corrompe a la sociedad; ese es el problema, llega como Estado corrupto, en primer lugar, a los más pobres que son los que venden el voto.
Pemex ha sido el saqueadero, yo fui el que lo denunció en el Instituto electoral. No eran 500 millones de pesos, perdónenme, lo que se robaron fueron mil 100 para la campaña priista, todos sacados a través del sindicato, entregados al PRI. El IFE les dio el 50% de descuento. Así fue, es la verdad, no hay que olvidarlo, no es la institución inmaculada, nunca lo fue, viví allí, conozco sus movidas, parafraseando un poco vulgarmente a José Martí. Entonces qué, 50% de descuento, debieron de haber pagado dos mil millones de multa, mil que se robaron y mil de multa. Pagaron mil que fue un regreso y qué pasó en la sede el Ministerio Público. Nada, se declaró que no había daño patrimonial, que no había. Hubo un convenio con el sindicato por el cual el sindicato le iba a devolver el dinero sustraído y PEMEX firmó otro convenio con el sindicato para estarle dando el dinero que el sindicato le iba a devolver. Todo desde el poder se puede hacer así. Todas son engañifas, cosas así tan burdas, pero que no importa.
La Unidad de Inteligencia Financiera puede dar aportes en la lucha en contra de la corrupción, en la lucha por la reivindicación de los principios de honradez, los principios de austeridad. La lucha por la austeridad no es un asunto de tipo meramente económico, es un asunto de moral pública, porque cuando se derrocha el dinero público, se comete un acto de corrupción. Este es un problema muy serio y yo creo que ustedes están en esa lucha y siguen en eso. Es dificilísimo ¿Verdad? Hay que cambiar la mentalidad que durante décadas se fue haciendo: de que no te preocupes, al fin de cuentas, del presupuesto sale todo.
Nosotros colaboramos en la forma más incondicional con los organismos públicos, no solamente de la Federación, sino también de los estados y, naturalmente, PEMEX no es un organismo público cualquiera, es un organismo muy especial, es un organismo central, porque tiene que ver con la economía nacional, tiene que ver con el ingreso público, tiene que ver con la industrialización, tiene que ver con el desarrollo, con la ingeniería propia, tiene que ver con muchísimos aspectos de la vida de México.
Por lo tanto, para la Unidad de Inteligencia Financiera la colaboración con Petróleos Mexicanos siempre ha sido y seguirá siendo un elemento de la mayor importancia y este convenio se da en ese marco.
Muchas gracias.